Contra la caída del cabello.
Ciertas épocas de año como el otoño o circunstancias puntuales que afecten a nuestro estado anímico como el estrés o las preocupaciones pueden provocar o acelerar la caída del cabello. Plantas como el laurel, la salvia ,el romero o la leche de avena pueden ayudar a disminuir la pérdida del cabello, fortalecerlo y ayudar a su crecimiento.
Laurel (Laurus nobilis). En la antigua Grecia el laurel se usaba para las adivinaciones en el Oráculo de Delfos. De la antigua Roma ha llegado la tradición de que cuando un laurel se marchita repentinamente, presagia desastres para la casa. El laurel estaba consagrado a los dioses Apolo y Esculapio que se ocupaban de la curación y la medicina. Esta planta considerada muy sanadora y protectora, se tomaba por su efecto tónico y calorífico en el estómago y la vesícula, y su emplasto era utilizado para aliviar la picadura de avispas y abejas.
Salvia (Salvia officinalis). Su nombre viene de salvare, “curar” en latín. Hoy es un remedio excelente para dolores de garganta, mala digestión y periodos irregulares, y se toma como tónico estimulante suave.
Romero (Rosmarinus officinalis). Originaria del sur de Europa se utiliza desde la antigüedad para mejorar y fortalecer la memoria. Como uso interno estimula la circulación sanguínea y favorece el crecimiento del cabello al mejorar el flujo sanguíneo hacia el cuero cabelludo.
Remedio:
1 puñado de laurel, de hojas de salvia o de romero.
1 litro de agua.
Puedes utilizar sólo una de las planta o bien combinar las tres.
Hierve la planta elegida en el agua. cuando esté fría masajea con ella el cuero cabelludo y déjala actuar durante una hora. Después enjuaga el pelo con abundante agua tibia.
Avena (Avena sativa). Gracias a su contenido en ácido silícico, vitaminas (especialmente del grupo B) y minerales (sobre todo calcio), favorece el crecimiento saludable del pelo y de las uñas así como el buen mantenimiento de la piel. Se dice que el consumo diario de leche de avena previene la caída del cabello.
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