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La Cueva del Druida

¿Puede la ficción basarse en la realidad?

“No hay en el mundo fortuna mayor, creo, que la incapacidad de la mente humana para relacionar entre sí todo lo que hay en ella. Vivimos en una isla de plácida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infinito, y no es nuestro destino emprender largos viajes. Las ciencias, que siguen sus caminos propios, no han causado mucho daño hasta ahora; pero algún día la unión de esos disociados conocimientos nos abrirá a la realidad, y a la endeble posición que en ella ocupamos, perspetivas tan terribles que enloqueceremos ante la revelación, o huiremos de esa funesta luz, refugiándonos en la seguridad y la paz de una nueva edad de las tinieblas…”. Así es el principio del relato “La llamada de Chtulhu” de H.P. Lovecraft.

Cuando inauguramos esta sección, lo hicimos utilizando a Charles Fort como padrino, pero en la misma línea que el citado periodista, tenemos a varios escritores de ¿ficción? Que han reflejado en sus obras los misterios cotidianos de la naturaleza que nos rodea, así  como las insondables profundidades de la mente humana dónde se ocultan sueños y pesadillas.

Howard Philiph Lovecraft es uno de esos genios olvidados durante mucho tiempo en su época, que ha tenido que aguardar a que su obra fuera reconocida póstumamente. Su mundo se cree sacado de sus devaneos familiares con la locura, pero si nos paramos a analizar detenidamente su obra veremos como existen numerosas referencias a mitos históricos que llevan indisolublemente unida la palabra misterio, y la referencia a civilizaciones antiguas.

La biografía y libros de H.P. Lovecraft son en sí mismos un enconado descenso a los abismos del misterio, la búsqueda de antiguos y extraños libros, la existencia de dioses primigenios, y el pulular de oscuros sectarios que se mezclan con la sociedad respetable de su época y la envenenan llevando a cabo sangrientos y ancestrales ritos. Pero en todo ello cualquier lector avezado puede descubrir referencias que seguirían siendo válidas en la actualidad: civilizaciones como la sumeria o la egipcia que en su mayor parte aún son un enigma para los historiadores, referencias a “antiguas piedras extraterrenas” o monolitos sedientos de adoración como la Piedra Negra de la Kaaba islámica o enclaves como Stonehenge. En definitiva, el mundo que ¿creó? Lovecraft podría perfectamente encajar en los sucesos que nos rodean hoy en día, quizás esa ha sido la clave para que sus obras se hayan llevado al cine, o que sean la base de numerosos juegos de rol. La existencia de “sombras” que fluyen a nuestro alrededor en nuestra vida diaria, la desconfianza que; cada vez más; tenemos a nuestro vecino, son miedos que en una sociedad individualista y egoísta como la occidental sirven de portal al lado más oscuro de nuestros pensamientos.

Por todo ello hoy dedicamos esta reseña a otro de los “buceadores” del misterio; en este caso literario (aunque no podemos asegurarlo al cien por cien Wink); que en su atormentada vida fue capaz de llamar la atención sobre ese miedo que a todos nos ha recorrido el espinazo alguna vez al reflexionar sobre si hemos sido los humanos la primera y única civilización ¿inteligente? en pisar esta misteriosa esfera azul en la que vivimos.

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